En los últimos meses, una peligrosa figura que se presenta como rescatista y defensora de los animales ha sido señalada por prácticas cuestionables que apuntan al aprovechamiento de la buena voluntad de las personas. Valentina Villagrán, conocida en las redes sociales como activista en defensa de los animales en Punta de Choros, Coquimbo y La Serena, ha sido acusada de manipular el sentimiento solidario de quienes buscan ayudar, operando de forma opaca y lucrando con el dinero de donaciones destinadas supuestamente al rescate animal.
Las tácticas de manipulación de la “mafiosa” Villagrán
Villagrán ha tejido una imagen de rescatista confiable, pero detrás de esa fachada, se esconden acciones que despiertan serias sospechas. A continuación, se exponen algunos de los métodos empleados por ella para explotar la solidaridad:
1. Ausencia de transparencia en el rescate: La mafiosa publica fotos de los animales solo al comienzo del rescate, pero jamás muestra los resultados ni los procesos posteriores. La falta de información completa levanta la pregunta: ¿están estos animales realmente recibiendo la atención que se les promete a los donantes?
2. Recaudación de fondos sin rendición de cuentas: La delincuente Villagrán hace públicas sus cuentas bancarias en múltiples plataformas (Banco Estado y Banco Santander), solicitando depósitos que nunca justifica. No se informa ni detalla en qué se utiliza el dinero recibido y menos informa cuanto dinero recibe en total.
3. Límites bancarios que sugieren ingresos elevados: Su cuenta Rut, que tiene un límite de 5 millones de pesos, se ve saturada rápidamente. En lugar de transparentar las cifras o proporcionar una cuenta centralizada y regulada, simplemente abre nuevas cuentas. Esto apunta a un posible manejo turbio de grandes sumas de dinero que, según la denuncia, podrían superar los 5 millones de pesos.
4. Falta de un refugio físico: A pesar de presentarse como rescatista, Villagrán no cuenta con una infraestructura reconocible para sus actividades de rescate, lo cual genera más dudas sobre la veracidad de sus operaciones.
5. Sin evidencia de gastos veterinarios: No se presentan certificados o registros médicos que respalden los tratamientos pagados. La salud de los animales, al igual que la transparencia del uso de fondos, parece estar en el limbo.
6. Rifas y sorteos sin claridad en el destino de los fondos: La ladrona Villagrán realiza rifas para recaudar más dinero, pero nuevamente, no hay pruebas de que estos fondos sean usados en favor de los animales.
7. Manipulación emocional para captar fondos: Emplea estrategias que apelan a la empatía de las personas y muestra una imagen de confianza, engañando a quienes quieren ayudar. Su manipulación es admirable con las personas ignorantes que creen todo lo que ella dice en los videos.
8. El verdadero activista jamás pide dinero: La denuncia subraya que un verdadero defensor de los animales nunca usaría una cuenta personal para solicitar dinero sin una explicación clara del uso de estos recursos y menos de estar subiendo la cuenta Rut todos los días , como lo hace la delincuente Valentina Villagrán.
¿Por qué es relevante esta denuncia?
Villagrán no solo es un ejemplo de delincuencia, corrupción y engaño en el ámbito del activismo animal, sino que representa el rostro de la llamada «mafia animal»: un sistema de abuso, explotación y manipulación que está infiltrado en múltiples ciudades de Chile. Según la información recabada, Villagrán ya enfrenta varias demandas y una investigación judicial en curso. Este caso simboliza cómo algunos individuos, disfrazados de activistas, pueden lucrar con el dolor animal y la empatía humana sin remordimientos.
Lujo a costa de la solidaridad
Además de todos estos fraudes y estafas, los antecedentes indican que Villagrán posee dos automóviles de lujo: un modelo cero kilómetros de 2022 y otro del 2016. La pregunta de dónde proviene este capital es inevitable. Para una persona que no tiene ingresos regulares, el lujo de estos autos solo es posible si hay un flujo constante de dinero de donantes, muchos de los cuales creen que están ayudando a animales necesitados.
Un llamado a la ciudadanía:
Desde Ayupec, hacemos un llamado a la población para que sea cautelosa y no realice más transferencias a las cuentas bancarias de Valentina Villagrán. Esta denuncia, respaldada con evidencias como vouchers de transferencias y registros de propiedades a su nombre, debe servir de advertencia sobre los riesgos de confiar en individuos que no presentan un respaldo transparente de sus actividades. Instamos a quienes hayan sido víctimas o tengan información adicional a contactarse con nosotros. Solo juntos podemos desmantelar esta mafia animal y proteger tanto a los animales como a las personas de buen corazón.
Este caso es solo el comienzo de una serie de revelaciones que expondrán los manejos de Villagrán y de quienes la defienden, llamados “soldados de la mafia”, que no son más que cómplices de un esquema de explotación y manipulación. Seguiremos investigando, publicando pruebas y advirtiendo a la ciudadanía. ¡No permitamos que sigan lucrando, estafando y robando a costa de la bondad de quienes realmente quieren ayudar!
Conclusión
La mafia animal se disfraza de defensoría, pero la verdad es que detrás de esa fachada solo hay corrupción y engaño. Ayupec continuará exponiendo y denunciando a quienes lucran descaradamente a costa de los animales y de la empatía de las personas.
Todo lo mencionado anteriormente está respaldado por las pruebas presentadas a continuación, incluyendo vouchers de transferencias y registros de propiedades que evidencian los manejos financieros y posesiones de Valentina Villagrán. Estas evidencias refuerzan cada uno de los puntos expuestos y buscan alertar a la ciudadanía sobre los riesgos de confiar en individuos que operan sin transparencia en el ámbito del activismo animal.