Samuel Molina:
Comportamiento delictual disfrazado de activismo animal, evidenciando violencia verbal reiterada y hostigamiento contra denunciantes. Fiel aliado y cómplice de Sharon Sandoval, líder de la mafia animal en Chillán, conocida por lucrar con los animales sin mostrar evidencia ni transparencia.
Desde Ayupec, queremos dejar constancia formal de una gravísima situación que expone el verdadero rostro de la llamada “mafia animal” que hemos venido denunciando incansablemente. Esta vez, apuntamos con total responsabilidad a Samuel Molina, residente de Chillán, quien se presenta como rescatista animalista, pero cuyos actos demuestran todo lo contrario.
Samuel Molina ha emitido amenazas de muerte en contra de Carlos Garín, activista animal que está enfrentando a la mafia animal, a través de mensajes internos y comentarios públicos, asegurando que irá a matarlo, usando frases como “te voy a comer vivo”. Este nivel de violencia es inadmisible en cualquier contexto, pero aún más grave es que provenga de alguien que se proclama defensor de los animales.
Y no solo ha dirigido su odio y amenazas de muerte hacia Carlos Garín. También ha amenazado de muerte y hostigado a otras personas que se atrevieron a denunciar o cuestionar. En vez de argumentar, recurre a la intimidación y la violencia verbal, lo cual lo descalifica por completo como activista o rescatista. Un verdadero animalista no amenaza, no odia, no calla con violencia o matando.
Este sujeto ha demostrado además su cercanía y posible complicidad con Sharon Sandoval, también de Chillán, otra figura cuestionada por su falta absoluta de transparencia: sube cuentas bancarias personales a redes sociales, no entrega certificados médicos, no rinde gastos, no publica seguimientos de adopciones y jamás ha aclarado cuánta plata ha recibido por los animales que dice rescatar. Es parte activa de la red que lucra con el dolor animal.
Lo más alarmante es que ni Sharon Sandoval ni nadie de su entorno ha condenado públicamente las amenazas emitidas por Samuel Molina. Al contrario: las justifican, las celebran o guardan un silencio cómplice. Esto evidencia que operan como una organización mafiosa, dispuesta a todo para silenciar a quienes los enfrentamos.
Ayupec declara lo siguiente:
Se condena enérgicamente cualquier amenaza, especialmente las que atentan contra la vida.
Estas amenazas serán parte de una denuncia legal formal, sumada a la denuncia pública y social.
Se alerta a la ciudadanía sobre este tipo de personas que usan la causa animal para lucrar, manipular y ejercer violencia.
Se pondrán a disposición las capturas de pantalla y pruebas que evidencian estas amenazas y actitudes intimidatorias.
Lo que está ocurriendo es una muestra clara de lo peligroso que se ha vuelto denunciar. Pero también es prueba de que lo que estamos revelando es real, incómodo para quienes han hecho del sufrimiento animal un negocio.
Ayupec no se va a callar. Estas amenazas no nos intimidan. Al contrario: nos fortalecen en la convicción de seguir trabajando por una causa justa, ética y transparente. Hacemos un llamado a la comunidad y a los verdaderos animalistas a estar alertas. La mafia animal opera, lucra y ahora, amenaza de muerte a quienes luchamos por la verdad.
Samuel Molina es una amenaza, no un animalista. Y su vínculo con Sharon Sandoval y otros en Chillán debe ser investigado.
Seguiremos denunciando. Seguiremos defendiendo. La verdad se impondrá


























