Hay ciertas costumbres que se han llevado a cabo durante muchos años que hay que ir dejando atrás, como es el colocar un cascabel a nuestro gato. ¿Por qué? Te lo cuento a continuación
¿Por qué se coloca un cascabel al gato?
Normalmente encontramos tres razones por las que se suele colocar un cascabel a los gatos:
- Costumbre o estética: estamos acostumbrados a ver fotografías de gatos con cascabel y a veces se colocan sin cuestionarnos su utilidad, beneficio o perjuicio.
- Tenerlo localizado: Algunas personas colocan un cascabel a su gato para saber donde está en cada momento. Cómo veremos luego, esto le perjudica porque en su naturaleza está el ser silencioso y esconderse para acechar.
- Avisar a sus presas: Los gatos son expertos cazadores y, si tienen acceso al exterior, posiblemente intenten cazar pájaros, ratones… El cascabel les avisará evitando en ocasiones el ataque, pero a costa de perjudicar nuestro gato.
Cómo afecta el cascabel al gato
Los gatos tienen un oído mucho más sensible que nosotros. Si a eso le añadimos que el cascabel va colgado del collar, muy cerca de sus orejas, hace que este sonido continuo sea una gran molestia para ellos.
Puede llegar a causar problemas de comportamiento provocados por estrés ya que el gato es un experto cazador que acostumbra a ser silencioso. Le encanta esconderse y pasar desapercibido, cosa que no puede hacer con el cascabel.
Además, las orejas del gato están diseñadas para detectar todos los sonidos a su alrededor. Con el cascabel colgando y sonando no podrá escuchar con claridad, siendo otro motivo de incomodidad para él.
Por otro lado, aunque no hay estudios al respecto, algunos profesionales afirman que si el cascabel es grande o ruidoso este sonido puede afectar a su agudeza auditiva disminuyéndola e incluso en casos muy graves provocar sordera.
¿Imaginas tener una campana sonando al lado de tu oído durante todo el día? Pues así se sentirá tu gato con un cascabel colgando.
El peligro de los collares
A los riesgos asociados al cascabel hay que añadir los que conlleva que un gato lleve collar. Los gatos suben a distintas alturas y les encanta saltar de un lugar a otro, si mientras lo hacen quedan enganchados del collar pueden sufrir daños o incluso asfixiarse.
Si optamos por colocar un collar, a poder ser sin cascabel, debemos optar por una alternativa con cierre de seguridad que se suelte si se quedan enganchados.
Si lo hemos colocado para tenerlo identificado, en el caso de que se suelte ya no cumplirá su función, por lo que es esencial que el gato esté identificado con microchip. Además, esto obligatorio por ley.
¿De dónde viene la expresión ”Quién le pone el cascabel al gato”?
Esta famosa expresión proviene de la fabula ”Los ratones y el gato” de Esopo y posteriormente se han publicado numerosas versiones y cuentos infantiles. Dicha fábula decía así:
”Una gran familia de ratones vivía en una gran mansión. La vida fue siempre buena con ellos ya que siempre había comida en abundancia, sobre todo en la cocina.
Pero un día, el dueño de la casa trajo un gato. Desde entonces la vida de los ratones fue miserable.
El gato merodeaba día y noche. Los ratones no osaban salir de sus madrigueras porque el gato estaba siempre al acecho.
Con el paso de los días los ratones estaban más y más débiles porque no se aventuraban a salir de sus madrigueras para buscar comida.
Finalmente, un viejo ratón dijo: “No podemos continuar así o moriremos de hambre y de sed muy pronto. Tenemos que encontrar un modo de ocuparnos del gato”.
“Efectivamente, tenemos que idear un plan” dijo otro ratón. “Reunámonos todos los ratones esta noche y veamos si podemos pensar en algo”.
Enseguida anocheció. Todos los ratones se habían juntado en el lugar acostumbrado de reunión en la casa.
El ratón más anciano se aclaró la voz y dijo: “Estoy seguro de que ninguno de nosotros ha sido feliz últimamente debido a nuestro común enemigo, el gato”.
Todos los ratones asintieron con la cabeza.
El anciano ratón continuó: “Tenemos que actuar juntos y pensar en un plan para deshacernos del gato sino un día vamos a acabar siendo su comida”
Uno de los ratones sugirió matar al gato y a todos los demás le pareció una buena idea.
De modo que los ratones empezaron a idear la mejor manera para matar al gato. Pero tan pronto como uno proponía un plan los demás lo rechazaban porque era inviable.
Por fin, un joven ratón dijo: «Es posible que no podamos matar al gato pero quizás podamos pensar en algo para saber su paradero. De esa forma, cuando sepamos que viene tendremos tiempo para salir corriendo”
Los otros ratones aplaudieron la propuesta.
El joven ratón continuó: «Tengo un plan. Es realmente simple. Todo lo que tenemos que hacer es colgar un cascabel alrededor del cuello del gato. Por donde vaya sonará.
Si el cascabel es grande podremos incluso escuchar cuando el gato está viniendo antes de que esté demasiado cerca».
Todos los ratones saltaron de alborozo y aplaudieron la idea.
De repente, un ratón sabio dijo: “Esa es una idea brillante. Ahora.. Quién pondrá el cascabel al gato?”
Esta fábula buscaba enseñar que una cosa es tener una idea y otra muy diferente, y a veces mucho más complicada, es llevarla a cabo.
¿Conocías esta fábula?