Requerimiento de Supervisión Rigurosa y Auditoría para Garantizar la Correcta Utilización de Fondos Destinados a la Ayuda Animal en Chile

La Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, conocida como «SUBDERE», asignó una cifra que superó los $531 millones para la ejecución de proyectos destinados a fomentar el bienestar de los animales y la tenencia responsable de mascotas durante el año 2022. Adicionalmente, se proyecta para este año una cifra que aumentará a más de 561 millones, beneficiando a diversas fundaciones de ayuda animal. No obstante, existe una preocupación en torno a la supervisión y control de los recursos otorgados por SUBDERE a estas fundaciones, ya que se ha evidenciado una falta de fiscalización que permite que algunas de estas entidades desvíen y utilicen inadecuadamente los fondos proporcionados.

«Literalmente se lo roban y gastan entre la propia directiva de cada fundación de ayuda animal»

Es importante resaltar que se ha identificado una problemática en el manejo de los recursos asignados a las fundaciones de ayuda animal por parte de la propia directiva de estas organizaciones. Este desvío de fondos ha resultado en una utilización que no se ajusta a los propósitos iniciales de los proyectos presentados, que tenían como finalidad el beneficio de los animales. Esta situación es particularmente preocupante, dado que la SUBDERE no ha desempeñado un rol adecuado en la supervisión, control y seguimiento de las actividades y el uso de recursos por parte de estas entidades.

Por esta razón, instamos a que se realice una auditoria exhaustiva a la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, así como a todas las fundaciones de ayuda animal en Chile que se han ganado estos fondos concursables. Nuestra inquietud se fundamenta en una experiencia acumulada de más de 15 años como una organización comprometida con el rescate y la defensa de los derechos de los animales en el país. A pesar de haber contado con personalidad jurídica, hemos decidido no participar en los procesos de postulación a los fondos concursables de la Subdere, debido a las deficiencias en la seriedad, fiscalización y la administración de estos recursos.

Es nuestro objetivo buscar una mayor transparencia y responsabilidad en la asignación y gestión de los recursos destinados a la ayuda animal en Chile, con la convicción de que una correcta utilización de los fondos es esencial para garantizar el bienestar de los animales y el cumplimiento de los propósitos originales de los proyectos presentados.

Por otro lado, resulta imperativo resaltar que la falta de supervisión y control no solo socava la confianza en el sistema de asignación de recursos, sino que también afecta directamente a los animales que dependen de la atención y el apoyo brindados por estas fundaciones. Los desvíos de fondos y la mala administración no solo diluyen el propósito altruista de estas iniciativas, sino que también limitan su impacto positivo en la comunidad y en la calidad de vida de los animales desamparados.

Esta problemática plantea cuestionamientos sobre la responsabilidad y la idoneidad de la SUBDERE en la selección y seguimiento de las entidades beneficiarias. Resulta inaceptable que organizaciones que se dedican a velar por el bienestar animal sean víctimas de un manejo financiero cuestionable, y es esencial que se establezcan mecanismos de control más estrictos y una transparencia absoluta en la gestión de los recursos asignados.

Como organización «AYUPEC» con una larga trayectoria en la defensa de los derechos de los animales en Chile, respaldamos la exigencia de una auditoría exhaustiva que evalúe la asignación y el uso de fondos por parte de la SUBDERE y las fundaciones de ayuda animal. Nuestra misión es salvaguardar los intereses de los animales y garantizar que los recursos destinados a su bienestar sean gestionados de manera responsable y eficaz, sin margen para la malversación ni el desvío de fines. La realización de una auditoría transparente y rigurosa es un paso necesario hacia la corrección de estas deficiencias y la construcción de un sistema más sólido y ético de apoyo a la causa animal

Además, es crucial enfatizar que la falta de supervisión rigurosa y control efectivo ha resultado en una preocupante carencia de evidencia concreta que demuestre los resultados positivos de estos fondos en beneficio de los animales. A pesar de los recursos asignados, se constata un aumento de animales en condiciones deplorables, la persistencia de animales no esterilizados y la ausencia de esfuerzos significativos en materia de educación y promoción de la tenencia responsable.

La falta de resultados tangibles plantea cuestionamientos profundos sobre la eficacia de los proyectos financiados y la verdadera preocupación por el bienestar animal. Las evidencias demuestran que el enfoque actual no está generando el impacto deseado en la sociedad ni en las condiciones de vida de los animales, lo que subraya la necesidad urgente de una revisión profunda en la asignación y gestión de los recursos.

Como defensores de la causa animal con experiencia directa en este ámbito, enfatizamos la importancia de redoblar los esfuerzos para implementar medidas concretas que aborden las deficiencias identificadas. La falta de experiencias de fundaciones de ayuda animal, la falta de esterilización masiva, la falta de educación sobre la tenencia responsable y la inexistencia de una supervisión efectiva deben ser abordadas con seriedad y compromiso para asegurar un cambio positivo en la realidad de los animales en Chile.

La falta de experiencia evidente en la gestión por parte de algunas fundaciones de ayuda animal plantea una cuestión crítica en la asignación de recursos financieros significativos. La administración inadecuada de fondos millonarios por entidades con poca trayectoria y capacidad puede ser altamente perjudicial para el propósito subyacente de promover el bienestar y la protección de los animales.

Es esencial considerar que la administración de fondos substanciales demanda un alto nivel de profesionalismo y responsabilidad. La carencia de experiencia en la ejecución de proyectos a gran escala puede desencadenar desafíos en la planificación, ejecución y evaluación de las iniciativas. Esto puede llevar a situaciones en las que los recursos asignados no se utilicen de manera efectiva para alcanzar los objetivos originales, y posiblemente resulten en el detrimento de los propios animales que se suponía debían beneficiar.

En consecuencia, resulta inaceptable e indignante constatar que las fundaciones de ayuda animal y la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE) han dejado en evidencia su incompetencia y falta de compromiso en la gestión de recursos que deberían ser destinados a una causa tan vital como el bienestar de los animales. La situación actual refleja un desprecio flagrante por la ética y la responsabilidad que deberían guiar sus acciones.

La ausencia de fiscalización adecuada y la nula voluntad de rendir cuentas en torno a la asignación de fondos son señales claras de un sistema en descomposición. La retórica vacía sobre el compromiso con los animales contrasta severamente con la realidad en la que persisten animales en condiciones deplorables, sin acceso a esterilización y con una falta de educación y concienciación sobre la tenencia responsable.

Es hora de dejar en claro que la falta de experiencia no es un pretexto válido para administrar recursos millonarios de manera negligente. No se trata de un experimento en el que se puedan permitir errores a expensas de los animales que sufren. La gestión ineficiente y la desidia en la supervisión no solo son inaceptables, sino también una traición a la confianza de quienes esperaban que estas entidades cumplieran su promesa de defender a los más vulnerables.

La exigencia de una auditoría exhaustiva y la implementación de mecanismos de fiscalización más rigurosos son pasos urgentes e ineludibles. Además, se necesita un cambio de mentalidad y de enfoque por parte de todas las partes involucradas. Las fundaciones deben demostrar su valía a través de resultados concretos y demostrablemente positivos, y la SUBDERE debe mostrar un compromiso real con la protección de los animales, en lugar de ser cómplice en su sufrimiento.

No es solo una cuestión de financiamiento; es una cuestión de responsabilidad, ética y respeto hacia seres vivos que dependen de nuestra compasión y acción efectiva. Si no se toman medidas inmediatas y drásticas, continuaremos presenciando la perpetuación del sufrimiento animal a manos de aquellos que han demostrado una insensibilidad y negligencia alarmantes.

¿Dónde están todos los millones que han recibido las fundaciones u organizaciones?

Nos preguntamos!!!

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